martes, 8 de septiembre de 2009

A solas...

A solas voy de un lado para otro inventando simples quehaceres para alejarme de mis pensamientos erróneos, para consumir los días sin sentir el paso del tiempo, para calmar el latir de mi corazón y disipar el sonido de mi voz en el silencio.

Me muerdo los labios para tragarme el llanto que aun se hace presente cuando intento asimilar la realidad, cuando quiero desprenderme de las emociones y pretendo aferrarme a la racionalidad de mi ser. Me enfrento y peleo a cada momento con mis sentimientos, tratando de suprimirlos para liberarme y continuar o por lo menos poder sentir realmente la indiferencia que a cada paso muestro al mundo de lo que acontece a mí alrededor.

A solas estoy aquí por voluntad propia, no es algo que disfrute ni mucho menos pero la vulnerabilidad me hace apartarme de todo lo que quiere estar conmigo para no exponerme una vez más al destino, a lo que quiere apoderarse de lo que queda de mi. Difícil es ser firme y rechazar las invitaciones o propuestas cuando sola estoy, pero si busco un refugio sería volver a caer en lo que ahora me tiene es este estado emocional, sería volver a la dependencia sentimental para poder disfrutar de nuevo la vida, de aceptar sería solo un acto visceral y no racional que nadie merece.

A solas, por doloroso que sea prefiero caminar hasta encontrar la fortaleza que necesito para buscar la vida plena y feliz que tanto anhelo...



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