lunes, 21 de septiembre de 2009

Alejándome...

Los días se han vuelto interminables, las cosas que tanto me gustaban ahora ya no se me antojan, ya casi no sonrió y si lo hago ya no es como antes, de repente hasta me cuesta respirar y a cada momento se hace presente la sensación de que algo vital me falta.

Los recursos se agotaron, las oportunidades no faltaron y todo termino. En el viento se quedaron los sueños, las ilusiones y las promesas, en el recuerdo se quedarán las palabras y los tiempos fascinantes y solo en alma permanecerán las sutiles miradas que lo decían todo en los momentos más sublimes del amor.

A veces niego la cruel realidad, trato de aferrarme a la idea de que este amor no pudo haber terminado, y entonces lo intento y lo busco pero con la más mínima muestra de hostilidad e indiferencia quedo paralizada porque me lastima, no sé qué hacer o como continuar. Lo miro y cada vez está más distante, y a considerar por la actitud pareciera que en verdad el amor se acabo.

Sola en mi habitación busco escaparates para dejar de pensar pero la mayoría de las veces resulta inútil, quiero actuar, quiero hacer algo, pero me detiene ver que ya nada vale porque me he vuelto insignificante. Al parecer no hay palabras que expresar porque cualquiera lo puede decir, no hay cosa que pueda hacer para remediar una situación porque solo se ve como un acto visceral y no porque en verdad me importe.

Aun camino en este mundo sin rumbo ni destino, no sé qué será de mí. Por el momento solo quiero alejarme y conseguir el soma que alivie mi pena, no puedo ser egoísta, lo amo pero lo dejare ir, ya que por el momento así está mejor y muy probablemente podrá ser feliz...

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